
50 años...

Algunos testimonios
“50 años de Vida fraterna”
Por Fr Luis Furgoni OFM CONV
Asistente Nacional OFS
Porque dando es como recibimos;
perdonando es como somos perdonados;
y muriendo en ti es como nacemos a la vida eterna.
Con mucha alegría he recibido la invitación a participar de los festejos por los “50 años de Vida fraterna” de la Fraternidad OFS Nuestra Señora de las Gracias.
Todos los Hermanos sentimos la necesidad de dar gracias al Padre Dios, sumo Bien, por haber suscitado, hace 50 años, un grupo de varones y mujeres que han ofrecido lo mejor de sí, para poder plantar el carisma franciscano seglar en uno de los barrios más pobres de la ciudad de Buenos Aires.
Recorrer la historia de estos cincuenta años es un momento importante porque nos ayuda a hacer memoria del amor de Dios que se ha manifestado de manera concreta en una vida personal y fraterna, fuertemente arraigada en el carisma franciscano; en una fraternidad que ha ido dejando huellas ahí donde vive y hace visible el anuncio del Evangelio.
Una historia rica que se ha desarrollado en estos cincuenta años, tanto en la densidad de los valores humanos y culturales como en la profundidad de los espíritus en los que habita el Señor de la vida y de la historia.
Yo también soy parte de esta historia, pues los Hnos. de la OFS fueron los primeros que me dieron la bienvenida cuando me bajé del barco que me traía de Italia. Poco tiempo después tuve el honor de integrarme a la fraternidad como Asistente. Y así comenzamos un camino maravilloso de búsqueda, de entusiasmo, de compromiso y de crecimiento. Fueron los años que precedieron la promulgación de la nueva Regla aprobada por el Papa Pablo VI, quien aseguraba que “la forma de vida predicada por aquel admirable Varón de Asís, comenzará a reflorecer con brillantez y crecerá con nuevo impulso”.
Recuerdo que trabajamos mucho para que los franciscanos seglares acogieran favorablemente a la nueva Regla, como un don de la Iglesia, como una síntesis preciosa de la espiritualidad franciscana, y como un instrumento valiosísimo para renovar la vida de la Fraternidad. Lamentablemente, en los años que siguieron a la clausura del Vaticano II, la OFS había quedado fuera de los canales donde corría el agua cristalina del Concilio. Muchos frailes estaban convencidos que la OFS pertenecía al archivo de las reliquias, más que al cenáculo donde el Espíritu seguía soplando impetuoso, encendiendo el corazón de la Iglesia, empujándola a la misión.
Hoy día, gracias a Dios, casi nadie duda que la “comunión vital recíproca” de la familia franciscana es “estructura genética” del ser franciscanos. Fuera de esta comunión toda acción apostólica de los frailes corre el riesgo de volverse “clerical”; toda pretensión de los laicos de evangelizar al siglo de volverse “laicismo o espiritualismo” de sacristía; la misma kénosis de las hermanas de Clara puede reducirse a sacrificio infecundo, en lugar de ser proyectada en el “claustro del mundo” como alma de la misión de la fraternidad.
Con todo, la memoria del pasado nos tiene que lanzar hacia el futuro con ilusión evangélica, atentos a lo que el hombre concreto de hoy nos pida en cada momento como “hermanos y hermanas menores”. Juntos agradecemos a Dios este momento de gracia y de alegría.
¡Gracias, Señor, por habernos regalado a Francisco de Asís y, con él, un estilo de vida! ¡Gracias por los cientos de hermanos que, a través de estos 50 años, han seguido el carisma franciscano: por los que recordamos y por los que nadie ya recuerda!
Por los que contribuyeron al crecimiento de la fraternidad y por los que hicieron de los instrumentos más humildes su modo de vivir y entregarse.
Por los que supieron hablar y por los que con su silencio hicieron que el mundo fuera más humano y más fraterno.
Por los que recorrieron lugares, calles y veredas, y por los que permanecieron siempre en su lugar con alegría y generosidad…
Gracias también por poner a nuestro lado mujeres y hombres buenos y generosos. Gentes del pueblo que nos han sostenido en nuestro caminar; nos han alimentado y nutrido con pan, pero también con su amistad incondicional; nos han curado nuestras dolencias, pero sobre todo han puesto el bálsamo del amor en nuestras heridas…
Que este medio siglo de vida fraterna, sea un impulso nuevo en nuestro caminar, abra nuevas fronteras para que, con fidelidad creativa, recreemos el carisma del “pobre de Asís” en este momento de la historia que nos ha tocado vivir.
Que la Virgen María, Nuestra Señora de las Gracias, nos acompañe en nuestro caminar; perfume con sus aromas nuestras vidas y el futuro que Dios nos regala.
Otra vez, ¡Gracias, Señor!
Fray Luis Furgoni OFMConv.
Asistente Nacional OFS
“Bodas de oro”
Por Marta Luna, ofs
Ex Ministra Nacional
Que la paz que anuncian con sus palabras
esté primero en sus corazones.
Cuando recibí la invitación por correo electrónico mi alegría fue inmensa, pero anoche al escuchar la voz del Hno. Miguel, ratificándola, fue conmovedor…!!!
La tecnología acorta distancias y dinamiza la información, es cierto, pero no suple la calidez de la voz que acerca los corazones; y en ese momento me sentí nuevamente “en familia” con esa hermosa Fraternidad a la que me unen muchos y gratos recuerdos, numerosos hermanos de la Fraternidad Juan XXIII íbamos en ómnibus, bulliciosos como chicos, cantando y rezando, deseosos de llegar a “Las Gracias” a participar de encuentros y/o capítulos.
Allí conocí a la primera Consejera Internacional, Angélica Leonor López, algunos hermanos del primer Consejo Nacional, y de las Fraternidades que integraban la Zona –como se decía entonces-. También conocí Frailes que brindaban su tiempo, reflexiones, sugerencias y sobre todo su alegría.
Momentos inolvidables hubo muchos; citaré solo dos:
1) En J.L. Suárez se llevó a cabo una reunión de los dos Discretorios, cuya finalidad era hallar la forma de conocer cuántas Fraternidades existían en Argentina y cómo estrechar vínculos con ellas. Se logró el objetivo buscado.
En esa reunión aprendí lo que nadie me había enseñado aun: “que cada uno de mis hermanos es un DON de Dios , y por tanto, mi responsabilidad” !!!! Ismael Prosdoscimi fue el Hermano que dijo esa frase que se grabó a fuego en mi corazón.
2) En las Gracias (Raúl Battista era ministro local), habíamos disfrutado de un encuentro fraterno. Bajábamos la escalera de salida cuando nos percatamos que los hermanos de las Gracias formando una doble fila nos despedían CANTANDO … (Perdón, lágrimas corren por mis mejillas).
El 19 de octubre festejarán las Bodas de Oro de vuestra existencia; estén seguros que a dos hermanos -ausentes físicamente hoy- les hubiera gustado estar presentes para celebrar vuestra fidelidad a Nuestro Señor Jesucristo y a la Regla Paulina.
En la tierra, ISMAEL PROSDOSCIMI y JOSÉ (Pippo) MONTANARI, fueron enamorados e inquietos servidores de la Orden Seglar, además de excelentes interlocutores con Religiosos y Asistentes de la Primera Orden.
En el cielo, celebrarán vuestro gozo y pedirán a Nuestra Señora de las Gracias los ilumine para que “no pierdan la esperanza” y den testimonio de vuestra fe en Cristo de quien San Francisco se proclamó “Heraldo del gran Rey”.
Humildemente, me uno a Ismael y Pippo deseándoles con profundo amor: FELIZ 50° ANIVERSARIO.
Marta de Luna ofs
Fraternidad “Beato Juan XXIII”
José L. Suárez - 20 agosto 2013
“No perdamos la esperanza”
Por Domingo Chiocchia, ofs
que apaga el odio y fomenta el amor.
Quiero contarles mi experiencia de vida franciscana en Nuestra Señora de las Gracias. Era el lejano año 1978 cuando mi padre Ángel que había pertenecido a la entonces Tercera Orden de San Francisco en Italia y que solía venir a la parroquia de Las Gracias para renovar la suscripción al "Mensajero de San Antonio" me llevó con él a conocer la Tercera Orden en Las Gracias.
La primera vez que participé en la reunión había muy pocos hermanos presentes. En efecto, en aquel año, luego de un crecimiento espectacular en los años anteriores, la Fraternidad se había reducido a 5 ó 6 miembros en actividad. Recuerdo a Oscar Argento, a Ismael Prósdocimi y su esposa Rosita Colombo, a Cristina García, a Teresita de Ambrosino, Elena, Miguel y algunos otros que sólo participaban esporádicamente.
Fui recibido con cariño por los que nombré y por el inolvidable Padre Luis Furgoni que en ese momento era el asistente espiritual. Al año siguiente, 1979, comencé tímidamente el postulantado y en 1980 inicié el noviciado.
Especialmente me atrajo la figura de Ismael, franciscano convencido, que justo en ese año fue electo Ministro Nacional de la OFS en una reunión nacional, impulsada especialmente por Fray Luis Furgoni, por el mismo Ismael y por la Junta Nacional Provisoria con sede en la Basílica de San Francisco donde funcionaba la Tercera Orden más antigua de la Argentina.
Un poco de historia nos va a ayudar para comprender lo que estaba sucediendo: poco antes de morir, en 1978, el Papa Paulo VI había promulgado la nueva Regla de la OFS (Orden Franciscana Seglar fue el nuevo nombre de la Tercera Orden) que reunía a las OFS de los Frailes Menores, Conventuales, Capuchinos y de los Terciarios Regulares.
Para no extenderme demasiado debo decir que en 1981 profesé en la OFS y que ese mismo año Ismael me propuso entrar a formar parte del Consejo Nacional OFS como tesorero, ya que había renunciado a ese cargo Oscar Argento. Acepté y además de tesorero, junto con Ismael que estaba sufriendo las consecuencias de una terrible enfermedad que lo llevaría a la tumba, iniciamos la publicación de un boletín OFS que tenía como finalidad llevar noticias de la OFS y artículos formativos a la OFS Nacional.
En los comienzos fueron de una simple hojita, pero la muerte súbita de Ismael me dejó con la responsabilidad de seguir adelante con el Boletín que luego en 1984 se transformó en el "Eco Seráfico" en el que trabajé hasta el año 2000 como responsable.
En fin toda una aventura que me condujo a trabajar intensamente: En mi Fraternidad, fui electo maestro de novicios, como en la OFS Nacional, donde después de Tesorero, ocupé el cargo de Secretario.
Nuestra Fraternidad ha pasado por momentos de crisis, pero siempre fueron crisis de crecimiento, puesto que siempre supo resurgir con nueva vida, hasta la actualidad que la encuentra con miembros de mucha antigüedad y otros más recientes y jóvenes atraídos por el espíritu del mensaje de San Francisco de Asís, que pese a sus ocho siglos de antigüedad mantiene toda su actualidad como impulsor de la fraternidad universal, de la no violencia y del amor a la naturaleza, ésta última tan desfigurada por el consumismo y la irresponsabilidad, que están llevando a una destrucción paulatina de especies animales y vegetales, como a la desertificación de nuestro planeta.
Sin embargo no perdamos la esperanza, ya que el mensaje de San Francisco (ahora actualizado por nuestro Papa Francisco) seguramente contribuirá a una renovación en este y otros aspectos.
PAZ y BIEN
Domingo CHIOCCHIA ofs
“Como perlas de un Rosario”
Por Teresa M. GATUSSO de AMBROSINO
Yo necesito pocas cosas y
las pocas cosas que necesito, las necesito poco.
Para comenzar invocamos a nuestra hermano mayor: San Francisco de Asís. Como perlas de un rosario quiero enhebrar algunas palabras sobre la Fraternidad Seglar que nos reúne el primer sábado de cada mes.
Ese día es una fiesta para el corazón, pues todos los avatares que nos afectan, con pocas palabras a veces trasmitimos algo, cuando realmente creemos que es importante.
De lo contrario cada uno pone su granito de arena para que esa reunión sea un páramo de espiritualidad compartida. Algunos hermanos son muy virtuosos con la tecnología, otros con la música, el canto, la palabra…en fin, todo suma.
El mate, si llega a tus manos, es como una caricia… en la reunión de cada mes, se respira la verdadera fraternidad…la que no sabe de envidia ni egoísmo. La que se alegra con los logros de los hermanos y sufre cuando algunos de ellos pasa un mal momento.
No todos son de la parroquia, cada uno en el lugar donde habita, cumple con la Santa Misa, y el sacramento de la reconciliación, etc.
Pero el encuentro es aquí: en Ntra. Sra. de las Gracias bajo su manto nos sentimos cobijados y protegidos y el ejemplo de San Francisco de Asís nos ayuda a ser un poco mejores cada día.
Queridos hermanos: que así sea, Paz y Bien.
Como aquellas golondrinas
¿Quién eres: Caballero sin espada?
Que de harapos vas vestido…
Paz y Bien proclama tu mirada,
Que en su hora, Jesús ha prometido.
Tú hablabas de un reino sin fronteras: Donde brilla la luz de la esperanza… Donde el amor no es una quimera…
Y la justicia no carga la balanza
Callaron también las golondrinas,
Que en la plaza cantaban insolentes…
Pues Francisco muy dulce las conmina..
A escuchar su voz de penitente.
Quisiera en silencio yo escucharte..
Como aquellas golondrinas…
Y al despertar mi vocación, amarte: Pisando las huellas por donde caminas.
Como aquellos primeros penitentes…
Que dejaron blasones y riquezas. Para seguir con espíritu ferviente: Tu ideal de amor y de pobreza.
Teresa M. GATUSSO de AMBROSINO, ofs
“Enamorada de Francisco y su carisma”
Por Rosita Colombo
Todos los hermanos deben predicar
a traves de sus obras.
No pretendo dar mi testimonio con bellas y eruditas palabras, solo quiero contar con sencillez mi experiencia de vida, en estos 50 años transcurridos en la Orden Franciscana Seglar.
El tango dice que “20 años no es nada“, pero son algo...y bastante más son 50. Cuando, a mis veinte años, comencé a conocer a Francisco de Asís, me enamoré de la imagen de ese hombre sencillo que, pudiendo vivir una vida cómoda y holgada, optó por despojarse de todo y seguir a Jesucristo pobre y crucificado.
Dios lo premió con una gran familia de cientos, miles de hermanos. Para ellos, inspirado en los valores evangélicos, trazó un rumbo que todos aspiramos seguir, optando por una vida sencilla, amando la justicia, la paz y la verdad, respetando la naturaleza...
Aspiramos, a pesar de nuestras limitaciones e infidelidades, a vivir estos valores en fraternidad. Junto con los 50 años de la Fraternidad de Nuestra Señora de las Gracias, cumplo mis 50 años de profesión en la OFS.
Años en los que, en mi vida personal, viví momentos duros, pero también muchísimas alegrías, con algunos destellos de felicidad casi plena. Años que se enriquecieron con tres amados hijos y ahora con tres nietos hermosos que alegran mis días.
Pasaron 50 años y sigo enamorada de Francisco y su carisma. Contenta de contar con una Fraternidad de hermanos que acompañan mis pasos. Los frailes y religiosas comparten nuestro sueño de vida evangélica y nos animan en este caminar.
En los momentos en que la confianza se pone en crisis, los hermanos y la oración nos confortan y hacen renacer en nosotros la fe y la esperanza.
María, tan amada y admirada por Francisco, nos acompaña siempre y el Señor nos llena de su paz.
Gracias, Señor, por estos 50 años de vida en Fraternidad, que espero sean unos cuantos más para vivirlos con mi familia y mis hermanos...
Gracias por elegirme y acompañar mi caminar en la Orden Franciscana Seglar.
Rosita Colombo de Prosdocimi, ofs

Debemos agradecer al hermano Ismael y hermana Rosita quienes generosamente han hecho lo que hoy disponemos en la parroquia Nuestra Señora de las Gracias: en el altar el fondo de cielo; debajo, custodiando el sagrario, los ángeles; hacia el frente y en lo alto las figuras de SAN FRANCISCO y SANTA CLARA; debajo, los lirios y rosas blancas. Además el diseño de los vitrales de las ventanas y las doce estaciones del Vía Crucis talladas en madera.
“Siempre le doy gracias a Dios”
Por Miguel Calandriello, ofs
Predica el evangelio en todo momento,
y cuando sea necesario, utiliza las palabras.
A fines de 1975 nos acercamos con Elena a la parroquia, nos encontramos con Fray Jorge Mohamed con quien nos conocíamos del barrio, el en ese entonces a cargo de la parroquia y así comenzamos a conocer a los Franciscanos.
En esa época llegó Fray Luis Furgoni y empezó a compartir con nosotros largas charlas de espiritualidad y nos hablaba de la familia franciscana...
Estábamos en la comunidad como catequistas y yo como Ministro de la Eucaristía, por supuesto concurríamos con los chicos a las misas y conocimos al matrimonio de Rosita e Ismael que nos alentaba junto con fray Luis para que nos acercáramos a la fraternidad. Tanto va el cántaro a la fuente que no se rompió y decidimos a principios de 1978 pedir el ingreso a la misma, de la cual ya conocíamos algunos hermanos en octubre de 1979, profesamos Rafael, Elena y yo.
Siempre le doy gracias a Dios por habernos mostrado que el camino era tratar de vivir el Santo Evangelio a través del ejemplo de San Francisco y Santa Clara.
Nos ayudó mucho el compromiso de ese maravilloso matrimonio, y los hermanos de la primera orden, acá me detengo: tendría que nombrar a muchos de los cuales consideramos amigos, pero les pido disculpa por citar solo a dos y en ellos los involucro a todos Fray Carlos De Dios Murias (para nosotros Carlitos) y Fray Contardo el testimonio franciscano, ellos nos ayudaron a crecer en lo espiritual y mostrarnos que a servir se aprende sirviendo y este es el camino que tratamos día a día de transitar con la ayuda de Dios.
Miguel CALANDRIELLO ofs
“Nuestra historia personal de vida”
Por Oscar Argento, ofs
Con cuanto más amor puede uno de nostoros
amar y nutrir a su hermano en el espíritu.
Cincuenta años de nuestra fraternidad, de mi fraternidad, para algunos de nosotros gran parte de nuestra historia personal de vida.
La orden franciscana seglar es el lugar de encuentro, de reunión, de reflexión, de oración, de formación, de compartir alegrías y flaquezas, una gran fuente de energía donde nos revitaliza en nuestra fe.
Cada hermano que Dios nos da es una bendición, de cada uno de ellos, de acuerdo a sus dones nos enriquecemos. Después de tantos años de hermanos en la fe, florece una relación de amistad duradera, por cierto nos identificamos más con algunos, cosa natural en toda comunidad y en las relaciones humanas.
Cada hermano es importante, no puedo dejar de destacar la relación con los hermanos de la primera orden, relación fraterna, afectuosa y de amistad. Puedo decir con total seguridad que los hermanos de la primera orden han sido nuestra guía con su asistencia, compartiendo con nosotros nuestro caminar.
Me gustaría a todos los hermanos, mencionarlos por su nombre, son tantos que sería imposible en estas breves líneas y sería imprudente de mi parte, pues algunos quedarían fuera de esa mención por olvido u omisión involuntaria.
Hemos compartido y celebrado, nacimientos, bautismos, casamientos, cumpleaños, ágapes fraternos, campamentos, vacaciones, como hermanos en la fe y amigos en el camino de la vida.
Yo creo sin lugar a duda que la fraternidad nos ha marcado, nos ha guiado y agradezco a Dios haber sido llamado a formar parte de esta fraternidad, por tener sentido de pertenencia a ella.
Libremente hemos elegido profesar la regla de la O.F.S. siguiendo a Cristo pobre y crucificado según el carisma franciscano, siendo mensajeros de paz y alegría, de acuerdo a nuestra condición de vida de seglares.
Que Dios bendiga copiosamente a nuestra fraternidad y nuestro Seráfico Padre San Francisco nos guie y acompañe siempre, y por muchos años más.
Paz y Bien.
Oscar Argento ofs
“Llevó tiempo y dedicación”
Por Elena Toimil, ofs
Alli donde reina la quietud y la meditación,
no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.
La fraternidad cumple medio siglo, 50 años que Fray Contardo Miglioranza, con su espíritu franciscano y misionero reúne a un grupo de hermanos que comienzan a descubrir la espiritualidad franciscana.
Algunos profesaron la regla y permanecen entre nosotros, otros por las vueltas de la vida no están tan cerca, y otros se adelantaron a la casa del Padre Celestial.
Todos los hermanos aportaron a la fraternidad, a la comunidad de Ntra. Sra. De las Gracias su trabajo y testimonio, según los dones que el Señor les regaló, pero quiero enfocar la atención en un matrimonio, el de Ismael Prosdocimi (fallecido) y Rosita Colombo; que diseñaron y realizaron juntos, la decoración del templo.
Entrando a la izquierda vemos a San Francisco, a la derecha Santa Clara, y custodiando el sagrario dos hermosos angelitos.
El trabajo fue delicado, llevó tiempo y dedicación, Rosita se encontraba embarazada de sus mellizos Paola y Mario y tenían al pequeño Alejandro. Tal vez otro matrimonio en las mismas condiciones no se hubiese abocado a un trabajo tan importante, pero ellos lo llevaron adelante con mucho amor.
Ismael realizaba tallados en madera que Rosita dibujaba previamente, es así que realizaron el vía crucis que se encuentra en las paredes laterales del templo.
Lo único que me queda por decir es, gracias por el testimonio y la entrega queridos hermanos y amigos porque fueron ustedes quienes con su humildad me dieron el último empujón que me faltaba para decir “SI” y comenzar a caminar siguiendo las huellas de San Francisco de Asís.
Con mi esposo también teníamos nuestros hijos pequeños cuando profesamos, pero cuando el Señor nos llama a su encuentro nada es imposible.
Gracias todos y cada uno de mis hermanos de fraternidad, por acompañarme en los momentos difíciles y en las alegrías.
Gracias hermanos de la O.F.M. Conv. que siempre supieron estar y ayudarme a discernir mi espiritualidad y más de una vez compartir mis problemas ofreciendo palabras de aliento.
Dice nuestra regla, refiriéndose a nuestra forma de vida en el art.17 ”Vivan en la propia familia el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, esforzándose en convertirlo en el signo de un mundo ya renovado en Cristo. Los casados particularmente, viviendo la gracia del matrimonio den testimonio en el mundo del amor de Cristo….”
Ruego a NTRA. SRA. DE LAS GRACIAS, que cada día pueda poner en práctica está forma de vida.
Elena Toimil de Calandriello ofs
“Diversidad que enriquece”
Por Eduardo Molino, ofs
Comienza haciendo lo que es necesario,
después lo que es posible y
de repente estarás haciendo lo imposible.
Hacia fines de los años 80 tuve el gusto de conocer a los hermanos y hermanas de la Fraternidad OFS de Nuestra Señora de las Gracias.
Recuerdo que llegué un domingo de diciembre, asomándome por el portón del patio de la parroquia, preguntando dónde podía encontrarles. Enseguida me recibieron, en el marco de un cálido almuerzo con que celebraban la ya cercana Navidad y la finalización de 1989.
Desde aquella ocasión vengo compartiendo, momento a momento, encuentros muy gratos.
Los primeros años sirvieron para conocer al grupo y ahondar la espiritualidad franciscana. Fuimos tejiendo los primeros lazos de fraternidad, mes a mes con todos los hermanos; pero más íntimamente con quienes nos acompañaban en esos primeros pasos.
Recuerdo con afecto a Daniel, y también a Inés y a Alberto, quienes nos abrieron su hogar en muchas ocasiones para reunirnos a tomar mate y conversar diversos temas que nos ayudaban a ir ‘del evangelio a la vida y de la vida al evangelio…’.
Este itinerario lo realicé junto a Jorge y a Luis. Jorge, con quien, cada vez que nos vemos, tengo la gran alegría de dialogar y soñar proyectos pastorales y emprendimientos que nos mueven a mantener encendido el ánimo evangelizador seglar. Luis, a quien echamos de menos porque, vaya a saber por qué, hace tanto tiempo que no lo vemos.
Luego siguieron años para compartir y trabajar juntos. Desde entonces hasta hoy, cada vez que tengo ocasión de encontrar a los hermanos y hermanas, el sentimiento recurrente que tengo es de gratitud.
Somos un grupo diverso. En nuestras edades, en nuestros estados de vida, en las actividades que realizamos, en la manera de percibir ciertos aspectos de la vida cotidiana, y en tantas otras cuestiones.
Sin embargo, ese es nuestro tesoro, nuestra mayor riqueza. Poder reunirnos, con tanta alegría, para poner en común perspectivas distintas que nos ayudan a ver, con mayor amplitud, aquellas cuestiones que son objeto de diálogo y análisis.
En muchas ocasiones de ello surgieron iniciativas eficaces y compromisos concretos que nos han ayudado a crecer. En lo personal, siempre que me encuentro con todos ellos, me llevo impresiones y testimonios de vida que me edifican realmente.
No puedo dejar de agradecer a Dios el bello don de la vida, pero sobre todo, la vida compartida con los hermanos. Y con ellos la alegría de gastar la vida, soñando y tratando de aportar algo en la edificación de un mundo mejor.
Eduardo Molino, ofs
“Dar la vida por un hermano”
Por María Gloria Figueroa ofs
Cuando se te llene la boca proclamando la paz,
procura tener aún más lleno el corazón.
Al hermano José Pipet lo asesinaron hace 18 años en el locutorio de Ventura de la Vega y Avda. Sáenz. La crónica del día siguiente titulaba “Dio la vida por la gente del locutorio”.
Caía la tarde, José fue al locutorio para hablar con su familia, cuándo dos ladrones amenazaron a la empleada, José salió en su defensa, sacó el arma reglamentaria de la Policía Federal, (de la cual era retirado) para defender a quienes se encontraban en el lugar, redujo a dos mal vivientes, pero desde la calle, un tercero le disparo 8 tiros quitándole la vida.
Yo lo quería como un hermano de sangre. Estuvimos juntos en todo el tiempo de nuestra formación, nuestros formadores fueron Gabriel y Pili Baldo y luego Cecilia.
El siempre estaba presente en la Parroquia, yo le pedía que mirara a mis hijos Marisa y Maxi.
Siempre estaba atento a los hermanos. Teresita de Ambrosino me contaba que le hacía compañía a Juan después que sufrió el infarto.
José era un hermano servicial, eso lo sabe la fraternidad.
Gracias José por el ejemplo que nos dejaste: ”DAR LA VIDA POR EL HERMANO”
María Gloria Figueroa ofs.
Vídeo del 50º aniversario
Por Oscar Muñoz, ofs